En un mundo en el que la tecnología influencia buena parte de las áreas de producción, el sector financiero no podía quedarse por fuera y con mayor frecuencia se enfrenta al uso de herramientas que además de democratizar el sistema financiero, optimizan, agilizan y reducen costos en los procesos de las organizaciones.
El concepto Fintech es un claro ejemplo de ello, pues a partir de softwares como los Robo- Advisory y de algoritmos de predicción, se logra brindar asesoría personalizada y hacer gestión de carteras a un amplio grupo de clientes. Con el fin de crear mercados que se expandan y encuentren refuerzos, este tipo de herramientas pueden alcanzar procesos y gestiones más eficientes para las empresas, mejorar el análisis de los procesos con información y datos detallados, actualizados y realistas.
Algunos expertos opinan que este tipo de mecanismos han cerrado la brecha de accesibilidad a servicios que normalmente establecían limitantes como un umbral mínimo de capital y vienen estimulando la escala de inversión por parte de un segmento más amplio. Aun cuando se conocen casos de éxito como los de Betterment y Wealthfront, que llegaron a acumular cercar de $53 mil millones haciendo uso de estas herramientas, recientes investigaciones han demostrado que la asesoría cara a cara sigue siendo importante, no en vano el 57% de la población Millenial afirma que prefiere que su salud financiera esté en manos de personal calificado.
En consecuencia, el sector demanda alternativas que mantengan el equilibrio entre la tecnología y el valor humano. Algunos representantes del sector destacan la importancia de la banca tradicional, pero reconocen que «el futuro pasa por la colaboración» entre estos dos actores.
En países como Reino Unido ya existe la comunión entre estos universos, pues lo bancos tradicionales llevan a sus clientes a dichas plataformas en casos en los que no es posible hacer frente a sus demandas de financiación. Existen otros ejemplos en los que la comunión entre tecnología y capital humano desemboca en asesorías personalizadas que atienden al uso de herramientas complementarias para apoyar a los usuarios a tomar mejores decisiones financieras.
Los beneficios siguen siendo extensos y hoy queremos poner sobre la mesa tres de las grandes ventajas de la llegada de las Fintech en el sector financiero:
1) Transparencia: Con estos medios es posible tener acceso a una plataforma de consulta online, revisar la evolución de las acciones, el precio final de los productos y tener un panorama general que le da un mayor empoderamiento y conocimiento al inversor.
2) Agilidad y flexibilidad: Por no contar con sedes físicas, este tipo de alternativas, además de tener un bajo coste estructural, pueden ser una alternativa práctica para los usuarios que acceden a asesorías personalizadas por medios de mensajería instantánea u otros mecanismos online.
3) Gestión efectiva: Este tipo de alternativas no solo brinda ahorro de tiempo invertido en procesos, sino a nivel económico. Gestiones más rápidas y automatizadas o mejoras en la gestión de costes son solo algunos de los ejemplos que podamos mencionar.
En conclusión, la gama de oportunidades se sigue abriendo camino entre Startups y entidades como Datascoring que buscan mejorar sus procesos, ampliar los mercados a impactar y mantener la calidad de servicios personalizados.