Según la Asociación Colombiana de Pequeñas y Medianas Empresas (Acopi), en Colombia hay cerca 2.550.000 mipymes, que representan el 90% de las empresas del país, producen el 30% del PIB y emplean más del 65% de la fuerza laboral nacional.
Estas sociedades se caracterizan por tener ciclos de vida cortos: solo el 50% sobrevive el primer año y el 20% al tercero.
Una de las principales causas de esta alta mortalidad es la dificultad para conseguir financiamiento, debido a que la banca tradicional es cautelosa cuando se trata de otorgar préstamos a las micros, pequeñas y medianas empresas.
Así lo evidencia una investigación realizada en 2018 por el Instituto Global McKinsey, que reveló que el 62% de las mipymes colombianas no tiene acceso a financiamiento, fundamental para su crecimiento y desarrollo. Además, la mayoría de ellas presentan educación financiera limitada y basan sus decisiones en personal con poco conocimiento del tema.
En medio de este contexto, han surgido alternativas para que las mipymes accedan a créditos con condiciones especiales. Una de ellas es Gulungo, una fintech que permite a las mipymes solicitar un cupo rotativo de crédito que va entre $5 y $150 millones, que pueden amortizar hasta en 12 meses.
Su valor agregado es que todo el proceso se puede hacer 100% a través de internet y sin que el empresario salga de su oficina, escaneando documentos y firmando de manera electrónica. Adicional, la aprobación no depende de los mismos «estándares de oro» de la banca tradicional, sino de parámetros más flexibles como que la empresa lleve por lo menos 18 meses operando, esté formalizada y reporte a la DIAN pagos de IVA, ventas y renta.
Otra fintech es Mesfix, que conecta a mipymes con problemas de liquidez con una comunidad de personas interesadas en invertir. Por ejemplo, un empresario cuyo cliente le paga una factura de $100 millones a 120 días, puede vender su factura a través de internet a una comunidad de personas interesadas en invertir en la compra de la misma y el empresario recibe por ella $95 millones, en lugar de esperar 4 meses para poder recibir el dinero.
En el mundo existen otros referentes que ofrecen financiación alternativa, vía internet, para empresas que quieren crecer, pero no cuentan con el soporte de la banca tradicional. Son los casos de Lending Club, OnDeck, Funding Circle, que usan grandes datos y algoritmos para reducir el largo proceso de un préstamo de 2 o 3 meses a 3 o 4 días.
La financiación alternativa para pymes puede ser aprovechada por entidades diferentes a la banca tradicional, que pueden encontrar allí un mercado potencial pero también riesgoso. Es entonces donde el uso innovador de la tecnología vuelve a ser vital para lograr reducir dichos peligros. En Datascoring desarrollamos soluciones como el software integral del ciclo de crédito, que permite tener bajo control el proceso punta a punta: desde la originación hasta la cobranza.
De igual manera, contamos con una solución de scoring enfocada en optimizar los modelos de calificación del riesgo de su empresa, así lograría minimizar los riesgos a la hora de aprobar un crédito para una pyme, ya que la herramienta permite evaluar las variables de aceptación en cada cliente haciendo un análisis de probabilidad de pago.