La tecnología sigue replanteándonos las mecánicas y metodologías con las que hemos venido trabajando diferentes campos de la productividad. El sector financiero no es la excepción a la regla y un reciente estudio realizado por la consultora PwC lo sostiene. Esta investigación afirma que el 60% de los profesionales de la banca se sienten familiarizados con protocolos que hacen de las transacciones tradicionales una experiencia diferente.
El protocolo Blockchain es un claro ejemplo de ello. Este concepto, que en su traducción más estricta significa “cadena de bloques”, funciona como una base de datos o libro contable 2.0 en el que los usuarios no solo tienen la posibilidad de manejar su dinero con un formato de criptomoneda bitcoin, sino que gozan de altos estándares de seguridad gracias a sus sistemas de claves privadas, acceso a transferencias personalizadas, simplificación de procesos y reducción en el volumen de intermediarios financieros.
Saroshi Nakamoto, más conocido como el padre del bitcoin y blockchain, sacudió al mundo en el 2009 con una idea que pronto abonaría el camino de startups basadas en tecnología. Teniendo como contexto histórico la crisis financiera del 2008-2009, las exigencias en esquemas de seguridad terminaron por robustecer el protocolo que debería, para ese entonces, enfocar su esfuerzo no solo en la innovación, si no en gestión de riesgos y en el cumplimiento de los controles que tuvieron lugar.
Hoy en día estas tecnologías son empleadas en negocios transfronterizos dentro de los bancos y se espera que el siguiente paso sea crear una red de intercambio de transacciones que permita contar con una infraestructura práctica, velocidades óptimas y transacciones con costos inferiores a un dólar.
El informe de PwC incluyó en su encuesta a 455 directores generales, jefes de innovación y directivos de empresas del sector financiero de 46 países del mundo. De este ejercicio se dieron a conocer resultados interesantes: las compañías fintech estiman un 33% de crecimiento de participación en el mercado y un 60% de los encuestados sostuvieron que tienen algún grado de familiaridad con este tipo de tecnologías.
Si bien es cierto que este tipo apuestas diversifican las posibilidades de acceso y uso de los servicios financieros, el medio se sigue enfrentando al reto de adoptar este tipo de innovaciones en un entorno económico complejo y de expectativas cambiantes por parte de los consumidores.